¡De vuelta al ruedo!

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A pesar de que el confinamiento por COVID-19 interrumpió el Tour por Aotearoa de Victoria Lee y su compañero James el pasado mes de marzo, decidieron que su aventura no terminaría ahí. La tenaz pareja esperó hasta que fuera seguro viajar, volvieron a reservar la segunda etapa de su viaje para las vacaciones de Navidad y se pusieron en camino, unos siete meses después de que terminaran su primer viaje.

El día de Nochebuena, Victoria y James se embarcaron en el ferry para cruzar el Estrecho de Cook y comenzó su aventura de 1.500 km. La etapa de la Isla Sur comienza en Picton, desciende hasta Greymouth y recorre la costa oeste hasta llegar a Queenstown para luego continuar hasta Bluff. ¡Uf! Son unas dos semanas de largos trayectos en bicicleta y, lo que más le gusta a Victoria, con el imprevisible clima de Nueva Zelanda.

Hay que admitir que hubo algunas lágrimas en el camino: Victoria recuerda el Big River Hut, donde tuvieron que cargar con sus bicicletas durante kilómetros río arriba, como un momento especialmente duro. Sin embargo, afirma que merecieron la pena con creces con todos los buenos momentos de la aventura. El West Coast Wilderness Trail fue especialmente memorable, donde la pareja se encontró pedaleando fuera de la carretera a través de partes del país que no esperaban ver. Disfrutaron de unas vistas increíbles, mucha emoción y una gran sensación de superación y logro.

"[El Tour] es una forma increíble de ver el país. Es una forma de vida agradable y más tranquila. Se puede atravesar Nueva Zelanda y apreciarlo todo".

Antes de embarcarse en el Tour Aotearoa, James y Victoria no habían hecho ningún "trayecto de varios días propiamente dicho" por lo que este viaje supuso para ellos un pequeño salto al vacío. Victoria dice que, aunque recomienda haber hecho primero un par de recorridos de varios días, el Tour está abierto a todo el mundo. James, que trabaja en una tienda de bicicletas (¡muy útil!), ha observado un gran aumento de ciclistas menos experimentados que hacen el Tour, primero una isla y luego la otra, a un ritmo más lento. Incluso conocieron a una chica que empezó a pedalear seis meses antes.

"Puede parecer una locura e inalcanzable, pero si te lo propones, puedes conseguirlo. Eso, y un montón de pasteles y sándwiches de queso y cebolla".

Dos semanas en bicicleta no han frenado a James y Victoria: ¡este dúo tan decidido ya está pensando en su próxima aventura! Lo próximo que tienen en mente es su boda en febrero y luego, cuando el COVID-19 lo permita, una posible luna de miel recorriendo 7.700 km en bicicleta por Canadá. ¡No pierdas de vista este apartado!